Actualmente existen dos líneas de tratamiento de la escoliosis idiopática del adolescente: conservadora y quirúrgica. La elección del tratamiento dependerá de aspectos como la edad, la maduración ósea del paciente, el tipo de curva y si ésta progresa.
El tratamiento conservador se recomienda para pacientes con curvas moderadas o en aquellos casos en los que se prevé una rápida progresión. El corsé es la opción conservadora más avalada por los estudios, ya que está demostrado que puede evitar la cirugía en más de un 70% de los pacientes.
Los resultados del tratamiento están directamente relacionados con el número de horas de uso del corsé. Corsés clásicos como el Boston o el Milwaukee se han considerado estandartes del tratamiento ortopédico durante años, pero sus principios de corrección están siendo reemplazados por conceptos biomecánicos tridimensionales.
El corsé de Chêneau-Rigo es uno de los que mejor aplica el concepto tridimensional en la remodelación del tronco y destaca por su efectividad en la lucha por evitar la progresión de la escoliosis. La fisioterapia específica, como el método Schroth, es una terapia ideal como complemento al corsé en unas etapas o como tratamiento único en otras, ya que ayuda a mejorar la postura, flexibilizar las curvas y tonificar de forma específica a los pacientes.