El principio que rige la ortesis de remodelado craneal se basa en contener el crecimiento de la cabeza en las zonas prominentes, y facilitarlo en las aplanadas. Así pues, la cabeza crece en los puntos de menor resistencia, evitando cualquier tipo de presión. Por lo tanto, el casco no comprime la cabecita del bebé. Al contrario, le facilita y protege el espacio, por ejemplo cuando está acostado sobre el lado aplanado, para que pueda desarrollarse.
El tratamiento se beneficia del crecimiento natural de la cabeza del bebé. A partir del 4º mes de vida la expansión del cráneo es continua y muy rápida, y debe aprovecharse para que el tratamiento sea lo más corto y eficaz posible. Por ello se recomienda el uso del casco durante todo el día, salvo para su limpieza, la higiene del niño o en episodios de fiebre. El empleo continuado permite al bebé acostumbrarse rápidamente a la ortesis, no resultándole extraña al cabo de unos pocos días.
Las causas más comunes para el uso del casco a medida son: Plagiocefalia, braquicefalia o escafocefalia.